
Cómo pasa muchas veces en la vida, es el Plan B el que acaba convirtiendose en la solución.
Después de mantener un equipo de 6 personas dedicadas exclusivamente durante cuatro años al desarrollo de un producto de Call Center, me encuentro que lo que tenemos es una caja negra definida por técnicos, sin supervisión comercial, que a querido ser tan versatil que arrastra las limitaciones de cada escenario al producto final.
Todo esto, aderezado de una gestión de proyecto volátil, donde se han cambiado las prioridades continuamente, hacen que tengamos un producto que llega 3 años tarde y que no esta orientado al cliente y cuya configuración para los diferentes nichos es sumamente complicada.
Para salir de esta situación decidí hace un par de meses, lanzar el Plan B. Encargar a un equipo totalmente diferente un desarrollo paralelo de una solución de Call Center muy efectiva, no tan versátil, no tan robusta, pero muy enfocada al cliente y al negocio.
Esta solución fue definida conjuntamente entre varios técnicos de negocio y el equipo de Marketing. Si todo va bien, en un par de meses debemos tener una solución completa lista para ofrecer en el mercado.
Para que esto sea una realidad, nos jugamos mucho a nivel de negocio, me voy a poner al frente del equipo de desarrollo, ejerciendo junto a un conpañero preventa, las labores de jefatura de proyecto.
Cuento con un gran equipo para el desarrollo, no es muy grande, pero son profesionales muy competentes. Mi prioridad ahora es comunicar la urgencia y la necesidad a este equipo, es muy importante la motivación.