Hace unos meses, un grupo de amigos, 8 parejas y algún niño, no fuimos de viaje a la Rioja.
Estuvimos haciendo turismo rural por la zona y el último día cerramos la visita a una bodega de la zona. Todo tenía muy buena pinta, una bodega que visitar, una comida en la propia bodega y todos los amigos juntos.
Sin embargo, lo que parecía iba a ser un día estupendo entre amigos, se torció. Entiendo que una empleada tuvo un mal día y lo pago con nosotros.
Durante la visita la guía repetía malas caras, modos ariscos y terminó expulsando a las dos parejas con niños, se supone que molestaban, niños de menos de 2 años sentados en sus sillitas…
Estuvimos a punto de irnos todos, pero decidimos quedarnos y pedir unas disculpas. Nada más lejos de la realidad, la responsable justificaba el comportamiento de la guía y como solución proponía no admitir niños en la visita a la bodega, vamos, increíble!!.
Nuestra sensación fue de desamparo, la bodega utilizaba su posición dominante y la prepotencia para mantenerse en su verdad sin pedir disculpas, era lo único que pedíamos, unas disculpas y seguir disfrutando del día. Pero no llegaron. Así que, decidimos utilizar Internet para denunciar la situación.
Al llegar a Madrid compramos los dominios que estaban libres con su nombre, abrimos un blog denunciando los hechos, participamos en redes sociales y portales de gastronomía denunciando lo sucedido, creamos una página en Facebook para denunciar empresas y servicios que tratan mal al cliente, etc…
Unos meses después, la bodega se puso en contacto con nosotros, nos dio las disculpas que necesitábamos y les devolvimos los dominios que habíamos comprado con su nombre. Todo resuelto.
La web 2.0, y sus mecanismos de comunicación, cada vez son más poderosos.
La reputación ONLINE es ya vital para cualquier organización, y cada vez se presta más atención y se ponen más recursos para que esta sea lo más favorable posible.
Llega el quinto poder, el poder del individuo SOCIAL.